0001
*
PAREMIAS: LAS CITAS
QUE ME GUSTAN – Parte 1
Yo no cito a otros más que
para expresar mejor mi pensamiento
para expresar mejor mi pensamiento
Cada vez que te encuentres del lado de la mayoría, es
tiempo de hacer una pausa y reflexionar (Mark Twain).
Como nos apunta la sentencia los muchos deben trabajar
mucho para que los pocos trabajen poco; a fin de que los pocos ganen mucho y
los muchos ganen poco (Carlos de la Rosa Vidal: Oratoria para vender ideas. Perú, 2006).
Cuando un tonto hace algo de lo que se avergüenza,
siempre explica que es su deber (George Bernard Shaw).
De
aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento
que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero (Benjamin Franklin).
El
hombre razonable se adapta al mundo; el irrazonable intenta adaptar el mundo a
sí mismo. Así pues, el progreso depende del hombre irrazonable (George Bernard Shaw).
El
mejor ejecutivo es aquél que tiene suficiente criterio para escoger hombres
buenos que hagan lo que él quiere, y suficiente autocontrol para no
entrometerse en lo que hacen (Theodore Roosevelt).
El que come del fruto del árbol del conocimiento, siempre
es arrojado de algún paraíso (William Ralph Inge).
El que seduce a un juez con el prestigio de su
elocuencia, me parece más culpable que el que lo corrompe con dinero (Marco Tulio Cicerón).
El secreto de la libertad radica en educar a las
personas, mientras que el secreto de la tiranía está en mantenerlos ignorantes
(Maximilien Robespierre).
En
cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad
de hombre, ninguna tiranía puede dominarle (Mahatma Gandhi).
Es más fácil creer que dudar. Dudar implica una actitud
activa y creer, una actitud más cloroformizada, anestesiada, que no requiere
atención (Joan Fontcuberta).
Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como
los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos (Martin Luther King).
La ambición suele llevar a los hombres a ejecutar los
menesteres más viles: por eso para trepar se adopta la misma postura que para
arrastrarse (Jonathan Swift).
La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto no
depende de lo que tenemos, sino de lo que somos (Pablo Neruda).
La libertad nunca es voluntariamente otorgada por el
opresor; debe ser exigida por el que está siendo oprimido (Martin Luther King).
La mayoría de los hombres prefiere y encuentra más fácil
creer que tomarse el trabajo y la preocupación de investigar (León de Gandarías).
La tontería se coloca siempre en primera fila para ser
vista; la inteligencia detrás para ver (Isabel de Rumania).
Las personas se odian porque se temen; se temen porque no
se conocen; no se conocen porque no se saben comunicar; no se saben comunicar
porque se hallan separadas (Martin Luther King).
Los crímenes más desalmados y crueles de los que la
historia guarde registro han sido cometidos bajo la cobertura de la religión o
de motivos igualmente nobles (Mohandas Gandhi-"Young
India", 7 de julio de 1950).
Los hombres se asemejan al vino: el tiempo agria a los
malos y mejora a los buenos (Marco Tulio Cicerón).
No importa cuánto se viva sino cómo se vive, si se vive
bien y se muere joven, se puede haber contribuido más que una persona hasta los
ochenta años preocupada sólo de sí misma (Martin Luther King).
No lleves nunca a cuestas más de un tipo de problemas a
la vez. Hay quienes cargan con tres: los que tuvieron, los que ahora tienen y
los que esperan tener (Edward Everett Hale).
No se puede enseñar nada a un hombre; sólo se le puede
ayudar a encontrar la respuesta dentro de sí mismo (Galileo Galilei).
Se puede engañar a algunos todo el tiempo, y a todos
algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo (Abraham Lincoln).
Si tú
tienes una manzana y yo tengo una manzana y las intercambiamos, entonces ambos
aún tendremos una manzana. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea y las
intercambiamos, entonces ambos tendremos dos ideas (George Bernard Shaw).
Todos los hombres pueden caer en el error, pero solo los
necios perseveran en él (Marco Tulio Cicerón).
Una mujer hermosa agrada a los ojos; una mujer buena
agrada al corazón; la primera es un dije; la segunda es un tesoro (Napoleón).
ENLACES
RELACIONADOS (Internos):
ENLACES
RECOMENDADOS (Externos):
-