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Revisión 1
LITERATURA-LIBROS
QUE ME GUSTAN
REGLAS DE ORO
Los diez valores éticos que los padres deben enseñar a
sus hijos
En este libro, "el
autor apela a parábolas, anécdotas, hechos de la vida y temas de debate, así
como reflexiones espirituales de todas las confesiones del mundo, mostrando
actividades sencillas con las que los padres podemos enseñar y formar ética y
moralmente a nuestros hijos".
Sostiene este autor que
"a comienzos de los años cincuenta se solicitó de profesores de escuelas
elementales de los Estados Unidos que citasen los cinco problemas principales
que surgían en sus centros docentes. Respondieron:
1. Hablar fuera de su
turno.
2. El chicle
3. Hacer ruido.
4. Correr por los pasillos.
5. Atravesar las filas.
A principios de los años
noventa se formuló la misma pregunta a otros profesores. Las respuestas fueron
profundamente diferentes:
1. Drogas y alcohol.
2. Armas de fuego y
navajas.
3. Embarazo.
4. Suicidio.
5. Violación."
"Los tiempos están
cambiando", dice este autor, y agrega: "Como Alicia cuando cayó en la
conejera, muchos de nuestros chicos viven en un mundo al revés. Giran en un
torbellino, al borde de una sima caótica, y nosotros -que hemos de ser sus
guías y protectores- nos esforzamos por salvarlos, pero, al parecer, ignoramos
cómo proceder"
Es en este contexto que el
autor desarrolla el contenido de su libro, del que compartimos -en este blog- algunas
porciones de textos o relatos para reflexionar. A continuación uno de
ellos:
LA ÉTICA DEL RESPETO
La madre, el padre y su hija de siete
años se hallaban en un restaurante. La camarera anotó las peticiones de los
adultos, y, luego, se volvió hacia la niña:
-Qué vas a tomar? –inquirió.
La niña miró tímidamente a sus padres,
y, luego, replicó a la camarera:
-Un perrito caliente con un buñuelo.
-Nada de perrito caliente –intervino
la madre-. Tráigale un buen plato de pollo asado.
-Con puré de patatas y verdura- añadió
el padre.
La camarera no había apartado sus ojos
de la niña y le preguntó:
-¿Quieres el perrito caliente con
ketchup o con mostaza?
-Mostaza, por favor –repuso la niña.
-Al instante –añadió la camarera, al
tiempo que se dirigía hacia la cocina.
La familia se quedó atónita.
Finalmente, la niña miró a sus padres y dijo:
-¿Sabéis una cosa? ¡Piensa que soy
real!
Acerca de este relato, el
autor destaca las siguientes reflexiones:
* Una vida de bondad y de
honradez parte del reconocimiento del valor infinito de todos y cada uno de los
seres humanos.
* En una familia, los
chicos crecen y aprenden a ser los adultos en que con el tiempo se convertirán,
siguiendo el ejemplo de los adultos que hay en sus vidas.
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